La cadiera, son unos bancos que se ponían a los lados del
hogar o del fuego, eran para dos o tres personas cada uno, dependiendo del
espacio disponible, servían para calentarse, y descansar mientras se cocinaba, después
de la cena era lugar de reunión y tertulia para pasar las veladas al calor de
la lumbre en los meses de invierno, con familiares y amigos en el medio rural, también
lugar ideal para contar historias y cuentos a los más pequeños de la casa. Una
forma más humana de convivencia, que en los tiempos presentes.
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